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Soy Asunción Vicente Valls, de Castellón. Durante toda mi vida he trabajado en una de mis pasiones, la farmacia, una pasión que se convirtió en  mi profesión por más de 43 años, además, soy analista clínica y especialista en Nutrición, por la facultad de medicina de la Universidad de Nancy.

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Durante mi trayectoria profesional he formado parte del Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Castellón, ocupando varios cargos, tales como vocal de Alimentación, secretaria y vicepresidenta.  Motivada por mi pasión a la lectura, he sido la impulsora y directora del Aula Literaria y Cultural del ICOFCS, desde hace ocho años, con presentaciones de autores, conferencias y coloquios intentando hacer de un colegio profesional una ventana a la sociedad y la cultura de Castellón.

De vocación literaria tardía he publicado varios relatos cortos en obras colectivas y participado en distintos certámenes de la comunidad. Entre mis obras, destacan: Sicarios de pacotilla, El mantón de la China, Sapìentia sola libertas est, Las bestias del diablo, La bebedora, La tortura y la belleza, Un suave aroma de violetas, La niña de las trenzas, El telegrama, La extraña familia, Un ramo de naranjas para mi reina, El laurel, finalista de los premios Clave, Asociación de la crítica de la Comunidad Valenciana.

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Asimismo, me gusta la pintura, en la que he hecho mis pinitos, porque me encanta. Lectora empedernida desde muy joven, siempre me han gustado los clásicos que no me han parecido nunca aburridos, sino muy enriquecedores y de los que siempre se aprende mucho. Además, disfruto con la jardinería y cultivar mis flores y también la huerta, me encanta recoger los tomates, cebollas, calabacines, berenjenas ….

 

Soy buena cocinera y me gusta experimentar, pero no tengo en un marido que me acompañe en esa afición. Disfruto decorando las mesas cuando tengo gente que viene a comer o cenar porque me gusta mucho estar rodeada de buenos amigos y buena conversación.

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En cuanto a mi faceta como escritora, es una manera de enriquecer mi tiempo en lo que me gusta, ahora que no tengo responsabilidades profesionales de ningún tipo. Me gusta investigar, documentarme y contar la historia. Siempre que viajo suelo combinar la cultura, la historia, los museos con la gastronomía, he viajado mucho por todo el mediterráneo explorando la cultura clásica y ha sido para mí muy enriquecedor.

Reivindico el papel de las humanidades cada vez más arrinconadas en los planes de estudio. Ha de volverse la mirada a los clásicos, al griego, al latín, no son lenguas muertas, están realmente vivas. Sin un pensamiento crítico no se puede ser libre realmente.

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Con Sophie de Marbois he plasmado mi pasión por la escritura y Grecia... y juntas hemos viajado a la libertad.